jueves, 28 de noviembre de 2013

¿Muletillas?, No Gracias

muletas
¿Usas muletillas para "apoyarte"?
Las muletillas son un defecto del que no nos libramos casi nadie. En algunos casos llegan a ser una seña de identidad casi inseparable de quien la utiliza pero, en la mayoría de las ocasiones, llegan a ser sumamente molestas y crean ruido en el mensaje que se quiere transmitir. Quién no ha ido haciendo recuento de "vales", "ya te digos" u "oseas" mientras hablaba con alguien y ha dejado de prestar atención lo que decía, porque era más acuciante saber cómo iba a terminar el marcador de muletillas que escuchar su discurso. 


Conozcamos un poco más el curioso mundo de los latiguillos, sus causas y cómo evitarlos.


Causas


Las causas de estos automatismos verbales son muy variadas y pueden darse de forma simultánea:

  • Falta de vocabulario.
  • Desconocimiento del tema a tratar.
  • Hábitos adquiridos, muchas veces a nuestro pesar (no hay más que ver los "te das cuen" o los "si hay que ir se va..." que nos han contagiado).
  • Nerviosismo.
  • Falta de seguridad y autoestima.
  • Timidez
  • Falta de concentración.
  • Fatiga.

¿Cómo evitar entonces esos latiguillos?

 
sala de reuniones
La "muletillofilia" puede crearte una mala imagen profesional
1.- Como si de una enfermedad se tratase, la muletillofilia hay que diagnosticarla primero y tratarla después. Es importante que detectes cuáles son tus latiguillos personales, así te pondrás poner manos a la obra para eliminarlos o atenuarlos. Si no sabes bien cuáles son tus tics verbales, no seas tímido y pregúntale a los demás. 

2.- Otro de los consejos habituales es que te grabes, aunque es un método que no siempre se puede poner en práctica: falta de logística, de oportunidad...

3.- Ensaya. Te permitirá preparar el discurso (incluso los imprevistos) y te aportará un plus extra de seguridad

4.- Evita los nervios. Algunos trucos: visualízate hablando de forma clara y sin bordones, llega con tiempo al lugar donde vas a hablar, prepara el material que vayas a necesitar cuidadosamente y con antelación, haz unas cuantas respiraciones profundas antes de comenzar tu discurso, bebe unos cuantos sorbos de agua para que no se te seque la boca, etc.

5.- Piensa antes de hablar, es la mejor manera de evitar los ripios.

6.- Presta atención a lo que dices, no hables por hablar.

7.- Busca la máxima precisión en el lenguaje, así evitarás las vaguedades y las abstracciones, que llevan irremisiblemente al uso de muletillas. Esta precisión se nutre de tres fuentes principales: la primera, el consejo anterior, porque pensar dos veces (o más) antes de expresarnos nos ayuda a ser más exactos en el lenguaje; la segunda es leer mucho; la tercera es escuchar con atención a los demás para aprender todo lo que podamos.

8.- Utiliza el diccionario de términos y de sinónimos con frecuencia, eso enriquecerá tu vocabulario. Y te ayudará con eso de la precisión.

9.- Procura hablar más despacio, así te dará tiempo a pensar y a buscar los términos exactos que describen tu mensaje.

señora mayor con baston
Cambia tu "bastón" por silencios
10.- Cambia las muletillas por silencios. No sólo te ayudarán a eliminar los latiguillos, además mejorarán tu capacidad de comunicación. El silencio sirve para enfatizar, puntuar, crear expectación...

11.- Si no sabes qué decir, confiésalo; es mejor que reconozcas que no sabes qué decir o cómo expresarlo y evitar un rosario de estribillos.

12.- Si no conoces en profundidad el tema del que vas a hablar, lo más seguro es que dudes y saques todo tu arsenal de tics verbales, así que prepáratelo a conciencia. Te dará más seguridad a la hora de hablar y el discurso fluirá sin complicaciones.


Pero también tienen su cara buena...

 
Las muletillasTambién pueden ser positivas, siempre que se utilicen voluntariamente para comprobar el feedback de nuestro mensaje, para mantener el interés o para buscar una cierta complicidad con nuestro auditorio.

 
Y, por supuesto, cuando también las utilizamos con mesura (y consciencia) para construir nuestra identidad como comunicadores.

 
Una recopilación curiosa

 
Aquí tienes una muestra de algunas de las cantinelas más comunes:

 
¿vale? ¿me entiendes? ¿me explico? ¿no? ¿sí? ¿viste? ¿ves? ¿verdad? ¿está claro? ¿sabes lo que te quiero decir? Ok, pues, pues sí, puesto que, entonces, ya que, es decir, así que, bueno, por supuesto, esto, éste, o sea, digo yo, digamos, ya te digo, dicho lo cual, claro, básicamente, literalmente, naturalmente, francamente, sinceramente, claramente, como tú sabes, eh, ah, mmm...

 
¿Cuál es la tuya?

 
Para finalizar, te dejo un enlace a un vídeo genial sobre las muletillas de Camera Café. Que lo disfrutes.


Si no puedes visualizar el vídeo, por favor pincha en este enlace. (4:30)

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